"Hay que prohibir los teléfonos celulares hasta que los niños sean mayores", fue contundente Bill Gates. El co fundador de Microsoft en su espacio web personal llamado "Gates Notes" en una de las cientos de reflexiones que comparte en las que une teconología y sociedad manifestó el impacto, siempre en la línea de lo negativo, de los dispositivos móviles en el desarrollo intelectual y emocional de los jóvenes.
La constante exposición a pantallas está erosionando algo fundamental, según el estadounidense: la capacidad de concentración profunda y el pensamiento crítico. En su análisis toma como objeto de estudio los patrones de crianza actuales.
Gates establece una paradoja. "Los padres son sobreprotectores en el mundo físico y extrañamente no intervienen en el digital, permitiendo que los niños vivan la vida en línea en gran medida sin supervisión", evaluó.
Esa ausencia de control digital está generando el incremento de problemas de salud mental, deterioro en los hábitos de sueño, disminución de la lectura, menor socialización presencial, reducción del tiempo al aire libre y pérdida de independencia.
"Además los costos de oportunidad de una infancia basada en los celulares son elevados", dijo Gates y recordó su tiempo de niño. "Cuando me sentía inquieto o aburrido, o me metía en problemas por portarme mal, me encerraba en mi habitación y me perdía en libros o ideas, a menudo durante horas sin interrupción", afirmó. Esos episodios y su reacción ante ellos, reflexionó que "fueron cruciales" para su éxito.
La "Biblia" moderna de crianza
Las reflexiones del empresario sobre el impacto del celular en la infancia están inspiradas en la lectura del libro "The Anxious Generation" (La Generación Ansiosa). "Es aterrador pero convincente", diagnosticó sobre la orba escrita por el psicólogo social estadounidense Jonathan Haidt.
"'The Anxious Generation' es una lectura obligatoria para cualquiera que esté criando, trabajando o enseñando a los jóvenes de hoy", subrayó Gates.
Según los cálculos del autor del libro, una innovación tecnológica tras otra generaron un aumento del 145% de la depresión entre las adolescentes de 2010 a 2021, un aumento del 161% entre los chicos en esos mismos años, con grandes aumentos también en los trastornos de ansiedad, las autolesiones y el suicidio. “El teléfono sustituyó a la infancia basada en el juego, es la principal causa de la epidemia internacional de enfermedades mentales entre los adolescentes”, escribió Haidt.